jueves, 12 de julio de 2012

HO’OPONOPONO "EL AMOR CURA"

HO’OPONOPONO
Un sencillo sistema de cuatro pasos 
para recuperar la unidad, la armonía  
y la paz interior



La historia del ho’oponopono

Las raíces del ho’oponopono se remontan a un pasado muy remoto, que abarca milenios, a la época de la Atlántida, Lemuria y la alta cultura védica.

El ho’oponopono forma parte de un sistema de antiguas doctrinas hawaianas: la huna. Hu significa «saber», y na, «sabiduría»; los custodios de esas doctrinas antiguas se denominan kahunas, «especialistas en la  huna». El mero hecho de conocer algo sin actuar conforme a ello es, en realidad, un no saber, pues la sabiduría se revela haciendo aquello que se sabe. 
El ho’oponopono vive, pues, de la actuación. 

Los hawaianos llaman a su archipiélago «país de Aloha» (país del amor); aloha es la esencia de la doctrina huna, del saber y de la sabiduría, y constituye el fundamento de ho’oponopono; aloha significa «yo veo lo divino en ti y veo lo divino en mí», lo que quiere decir que usted y yo, y su vecino y el presidente en la Casa Blanca participamos de un mismo viaje y que sólo hay una fuerza en el universo: la energía del amor puro, mana aloha. El único mandamiento de aloha reza: nunca herir, siempre ayudar. No herir a nadie empieza con uno mismo. Es decir: ama a tu prójimo como a ti mismo. mana  aloha es la esencia de Dios, esa energía que lo penetra todo. 
Los sabios monjes hindúes con los que me fue permitido vivir llamaban bhakti («entrega») a esa energía. Y los monjes tibetanos que conocí la llamaban «la compasión». Y no se trata sólo de una simple emoción, sino de una energía directamente perceptible, que ejerce su influencia sobre la realidad y crea una nueva. 
Los problemas del mundo surgieron, según una historia de los albores de la humanidad, cuando caímos en el error de creer que en vez de una única fuerza había dos: el bien y el mal. El puesto de la compasión y del saber que todo es uno lo ocupó entonces el enjuiciamiento, y el hombre dio un paso de la unidad a la separación. 
El primer paso adelante en la historia.

El ho’oponopono es un sencillo sistema de cuatro pasos para regresar a la unidad, a la paz interior y a la armonía. Ho’oponopono significa «resolver a fondo un problema y hacer que acabe bien». Expresa la profunda necesidad de volver a vivir en armonía con uno mismo, con los hombres, la naturaleza y Dios. Ho’o significa «hacer», y pono, «lo correcto». De modo que ho’oponopono significaría, pues, «hacer lo correcto correcto», unirse de nuevo a su Yo Superior y a la Fuente de todo ser, volver al propio centro,a la armonía, al equilibrio, cambiar la realidad y configurarla. «Hacer lo correcto correcto» significa retomar el buen camino de un propósito que se había desviado de su curso, sanar corporal y espiritualmente y disfrutar de felicidad y bienestar.





El ho’oponopono es un método de purificación espiritual que libera de miedos y preocupaciones, de modelos de comportamiento destructivos, viejas creencias y paradigmas que se oponen a nuestra evolución espiritual. 
Es una purificación que elimina bloqueos y trabas en nuestros pensamientos y en nuestra estructura celular, pues nuestros pensamientos se manifiestan en nuestro cuerpo.

Este método de origen hawaiano se basa en comprender la idea de que vivimos en un universo de plenitud, y Dios (akua, «el manantial primigenio») desea esa plenitud y perfección también para nosotros. 

Pero lo que se opone a nuestra experiencia de plenitud auténtica, es decir, de cooperación amorosa, riqueza interior, crecimiento espiritual y salud perfecta, somos nosotros mismos, nuestro pensamiento, basado en experiencias evaluadoras que han perdido su validez hace tiempo. Lo que nos impide vivir nuestra perfección es aferrarnos a miedos y ocupaciones, prejuicios, dudas y a la conciencia negativa de masa.

Imagine que sostiene en cada mano una gran piedra. Si yo quisiera darle ahora 500 euros, primero tendría usted que soltar una de las piedras.
Exactamente lo mismo ocurre con nuestros modelos, prejuicios, valoraciones y los regalos del universo. 
El secreto de poder recibir algo reside en «soltar» primero, en que podamos dejar algo sin ser heridos.
El ritual del perdón ho’oponopono es amor en acción. 
Nos perdonamos a nosotros mismos y a otros por habernos herido alguna vez o por no habernos ayudado. «Hacer lo correcto correcto» es un proceso sencillo en cuatro pasos con ayuda de los cuales aprendemos a perdonarnos incondicionalmente, a amar y luego hacer mejor las cosas. 

Es como si formateara el disco duro de su ordenador: elimina todos los datos que hacen que su vida sea lenta y difícil.

Siempre que algo nos incordie, sintamos en nosotros falta de armonía o nos veamos envueltos en un conflicto o problema, podemos hacer un ho’oponopono.

1. Oramos para obtener conocimiento, valor, fuerza, inteligencia y calma.

2. Analizamos el problema y buscamos luego en nuestro corazón la participación que tenemos en él. Esta participación puede ser, por ejemplo, un juicio, un comportamiento determinado o un recuerdo que es preciso curar.

3. Perdonamos de forma incondicional y 
pronunciamos las cuatro frases mágicas.

4. Agradecemos, confiamos y soltamos.

Con este método sencillo y elegante pueden solucionarse problemas personales y desafíos, pero también conflictos en el seno de una comunidad. 
Así pues, el ho’oponopono es eficaz en todos los ámbitos– familiar, profesional, de salud y económico–; y el doctor Joe Vitale dio a este sistema, en su libro  Cero límites,  que escribió en colaboración con el doctor 
Ihleakala Hew Len, el subtítulo de:  Las enseñanzas del antiguo método hawaiano del ho’oponopono.
Hay distintas variantes de ho’oponopono, y conocerá dos de ellas en este librito de forma sinóptica y para recibir ayuda inmediata.

En primer lugar, ho’oponopono como método de purificación con el que puede liberarse de bloqueos interiores y programas de sabotaje contra el fluir de la vida («tengo dudas») y los regalos del universo («no lo merezco»). 

En segundo lugar: ho’oponopono como forma de reunión familiar, como se practica tradicionalmente en Hawái, que encuentra aplicación en el trabajo juvenil y social.
Para mí ho’oponopono es algo así como unas botas de siete leguas terapéuticas. Es una especie de ascensor rápido para mi desarrollo personal y espiritual. Pues cada situación, cada encuentro y cada acontecimiento que aparece en mi horizonte tiene un significado. Gracias a este proceso en cuatro pasos podemos aprender a descifrar esos mensajes internos y ocultos de los acontecimientos.

El ho’oponopono está orientado a la práctica y a desatar los nudos gordianos en su corazón para asi configurar de nuevo su mundo.



La historia del doctor Ihaleakala Hew Len

El ho’oponopono pasa por ser el método más efectivo para resolver problemas y conflictos jamás inventado en una cultura. Se dio a conocer sobre todo por el doctor Ihaleakala Hew Len y su historia de la curación de 28 presos aquejados de enfermedades mentales. Este hecho se considera un milagro terapéutico y demuestra lo efectivo que resulta el ho’oponopono, una terapia ya reconocida en Estados Unidos. Acerca del perdón en el plano diplomático hay ya más de 50 estudios.

En 1983, un conocido suyo pidió al doctor Ihaleakala Hew Len que trabajara en el pabellón de psiquiatría de alto riesgo del Hospital Estatal de Kaneohe, en Hawái. Había allí 30 enfermos mentales recluidos y faltaba personal, lo cual tenía sus razones, pues la institución y el trabajo en ella eran designados en general como «el infierno». La mayoría de los empleados se daban de baja por enfermedad, no eran aptos para el trabajo o renunciaban lo más rápido posible después de su contratación. El doctor Hew Len aceptó trabajar allí, pero con la condición de poder aplicar un método que acababa de aprender, y de que se limitaría a leer los informes de los enfermos y no conversaría con ellos.
¿Qué hizo el doctor Ihaleakala Hew Len? 
Durante los cuatro años siguientes, leía varias veces al día los informes de los reclusos y se preguntaba siempre: «¿qué participación tengo yo en lo que ha hecho mi hermano? ¿Qué hay en mí de oscuridad, de negatividad, de violencia y fealdad para que haya algo así en mi mundo? 
¿Cuál es mi participación en lo malo que ha hecho mi hermano?». Cada vez que encontraba en su corazón un indicio de violencia, agresión, odio, venganza, envidia, celos, de toda la gama de abismos humanos, decía:

«Por favor perdóname, lo siento.
Te amo. Gracias».

El doctor Hew Len trabajaba exclusivamente en la purificación de su corazón y su conciencia, y después de haber hecho ho’oponopono durante un año y medio, cambiaron la atmósfera y el clima del hospital. Al cabo de 18 meses, ninguno de los enfermos llevaba ya esposas en la 
muñeca. El personal, enfermeros y terapeutas, acudía gustoso a trabajar. El número de enfermos disminuyó.

 Era posible mantener diálogos terapéuticos con ellos. Y cuatro años después estaban todos curados, excepto dos. Finalmente se cerró el módulo.
¿Había curado el doctor Hew Len a esa gente? Seguro que los enfermos dirían: «sí».
 Pero el doctor Hew Len explicó en una entrevista que él sólo había trabajado en su propia purificación y eliminando información de su subconsciente. No hablaba de curación, sino que hacía hincapié en que el conflicto de cada cual se había resuelto porque él había asumido la absoluta responsabilidad por la presencia de los delincuentes enfermos en su propia vida.



Un ejercicio de ho’oponopono:

Busque en su pasado un error o un desacierto que hasta ahora no haya podido perdonarse a sí mismo. Obsérvelo desde la distancia. Mire ese acontecimiento y aprécielo como algo que ha contribuido a su proceso de aprendizaje. (No crea que hubiera podido ahorrarse ese traspié. Si no lo hubiera dado, aún tendría ese asunto pendiente). 
Ahora, perdónese por haberse enfadado tanto tiempo por él. Diga las cuatro frases mágicas y suelte aquello para siempre.

El perdón es una desintoxicación mental y corporal efectiva. Los pensamientos negativos envenenan nuestro cuerpo. Primero se nos enferma el alma y luego el cuerpo. 
El estrés permanente, la impaciencia y el mal humor generan hiperacidez en el cuerpo y envenenan las células. Las consecuencias son el envejecimiento prematuro, la falta de ánimo y la depresión. Un espíritu cargado de culpabilidad se pone melancólico.

Hooponopono no cree en otras vidas, solo en vidas simultáneas. Multirealidades.

Si tratas a la gente dándole la espalda, estas cocreando gente que te de la espalda a ti.
El que practica Hooponopono comienza a sentir adentro, una profunda conexión con tu interior.
Olvídense de todo el sistema que creó la dualidad!
Desaparecen los líderes de la Humanidad, No hay líderes, no hay juicio.

En Hooponopono:

Ø No hay niveles.
Ø No hay Maestría.
Hay es: hacerme cargo de la realidad al 100% y la asumo como mi realidad.

Técnica del Hooponopono:
o Lo siento.
o Perdón
o Gracias
o Te amo.
¿Porqué digo gracias? Porque se me esta dando la oportunidad de trabajar una potencia mía.
En el todo lo que es nada es de nadie y todo es de todos.
1. Yo soy Sabiduría
2. Yo soy Belleza
3. Yo soy Sencillez y Alegría
4. Yo soy Paz Profunda
5. Yo soy despertador del Yo Soy
6. Yo soy Prosperidad, Abundancia, calidad de Vida y Confort
7. Yo soy Rejuvenecimiento


EL AMOR QUE CURA -HO `OPONOPONO- RESUMEN DEL LIBRO DEL DR. JOE VITALE




Ho'oponopono (Meditación Español)  Vivi Cervera

Esta meditación gratuita incluye la oración al Divino Creador de M. Simeona (kahuna hawaiana) quien hizo de ho'oponopono una de las mejores herramientas para transitar por la vida.

1 comentario:

  1. es cierto, la respuesta está dentro de cada uno. Pongo un ejemplo: imaginate sentado en silencio, con tus ojos cerrados, abriendo la puerta del corazón y la mente y mandando rayos de luz de paz, de armonía, de salud, de equilibrio a todos los rincones del planeta, a los hospsitales, a los centros de detención, a los antros de perdición, a las organizaciones de crimen oganizado, a los paises en conflilcto, a todo los hermanos y hermanas confundidos y extaviados, a los montes, a los rios, a los bosques, a los océanos, a las profundidades de la tierra, a lo alto de las montañas, a cada espacio físico entre el cielo y la tierral y deseando que todo entre en una perfecta rmonía, iremos logrando paso a paso que este planeta alcance la situación que todos necesitamos para vivir de acuerdo a nuestra dignidad de Hijos del Gran Dios. Si unidos lo hacemos, será más rápido y sencillo de lo que nos imaginamos. Te invito a probarlo con tu colaboración incondicional.

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